miércoles, 23 de septiembre de 2009

Freud y su Veinteava Conferencia.

Informe de lectura: Sobre la “Conferencia 20º. La vida sexual de los seres humanos”


El señor Freud, dirigiéndose al un respetado conglomerado de participantes a su conferencia, trata de explicar de forma clara, concisa y enriquecedora en teoría, la concepción de lo que para él era realmente es perversión y lo qué era posible cobijar como normal dentro de la vida sexual de los seres humanos. (Creo que él, era el real pervertido, para sus escuchas y para la sociedad vienense en general, el trastocar el tema sexual era completamente y un tabú, motivo de sonrojarse y de encasillar a alguien de insano, impúdico e inmoral).

Creándose casi de inmediato una clara disputa, ya que Freud con sus postulados, ponía en una delgada y débil tela de juicio lo que el discurso social contemporáneo a su época proclamaba adecuado, en cuanto los temas de perversión y sexualidad infantil, donde no había algo tan inexplorable como el cuerpo y mucho más cuando se trataba acerca el corpo de un infante.
Antes del “innovador” Freud nadie se cuestionaba el objeto y la meta final del encuentro sexual, objeto y meta que estaba totalmente documentado en los primeros libros del nuevo testamento, cual dice esencialmente que el objetivo del hombre animal es esparcirse por la faz de la tierra, reproducirse y cuidar de su especie. Pues no, el señor Freud miró ese objeto y esa meta como un impulso sexual, donde hasta un inocente e insignificante beso, ya cargado de morbo y sexualidad, encaminado a la provocación y satisfacción de físico y tácito placer, ya que el emergía la sexualidad como desviación.

Freud, asentó toda su teoría, desde los inicios de la misma vida, uso su sentido de obsesión, exploración e investigación en la recolección de datos pueriles, donde noto que desde la etapa más temprana en el desarrollo, los infantes demuestran un cierto grado de inmoralidad corporal, descargado en forma directa y orgánica en la necesidad de alimentarse por medio del chupeteo de la mama de su madre y ante el desecho de heces, introduciendo así el termino de sexualidad infantil. Encontrándose un desequilibrio orgánico, ya que el infante ya no realiza esas actividades del cuerpo ya no por satisfacción de necesidad primordial y de supervivencia, sino como fuentes maxificadores de placer, ejemplificándolo con la relación alimentación placer y el seno de la mamá y/o el constante cambio de este objeto con finalidad placentera, donde un chupo, el tetero o el mismo dedo son perfectos para saciar esta necesidad.
Haciendo acomodación de conceptos asocia la conducta infantil con lo que los adultos hacen: ambos seres (en esencia el mismo, pero envuelto en distinta problemática espacio/tiempo) ejercen acciones de placer corpóreo sin ninguna finalidad reproductiva, destacando a su vez que el erotismo y el uso del cuerpo es fuente placentera del ser humano y que nunca y por mucho menos por este hecho el sexo se podría tildar de indecoroso, incorrecto o perverso.

Lo que si considera obsceno e impúdico es esa malformación en cuanto ese objeto y esa meta del acto sexual, donde se identifica el objeto una persona del sexo opuesto y como meta totalmente identificable la unión genital o coito, siendo la perversión una anormalidad sexual a la encontranza de placer.
Se debe de identificar la perversión y los rasgos de perversión algo tan antiguo y de duración tan prominente como la misma humanidad, siendo un aspecto tan actual generación por generación, hoy en día no se es de esperar el hallazgo casi sin buscar de personas con rasgos tan marcados e identificables de perversión. Siendo a su vez relistas en que esa misma pluralidad y caminos sexuales nos llevan constantemente a delimitar la sexualidad y sus posibles variaciones al servicio casi perpetuo de la pulsión de muerte.


Freud, destaca como posible y a la vez seguro partir perverso una relación directa, circunstancia y proporcional a la creación vincular no tan adecuada con la figura materna, a la historia preexistente y a la no formación del yo, del sujeto a cuestionar. En sus teorías, dice que el perverso no es producto biológico, es decir, que no nace, sino que se hace, demostrándonos de forma certera los innumerables desvíos sexuales. Encontrando la homosexualidad como uno de los posibles génesis perversos, de depravación moral e identificando a esta como una patología en sus días. Mostrando el comportamiento sexual perverso como una imposibilidad notable, en el momento de referirnos a una estructura, referencial y estable, ya que simplemente la estructura sexual es completamente desviada, generada primordialmente por unas obvias estructuras psíquicas diferentes, algunas difusas, claras u opacas.

Durante la exposición de sus postulados, Freud hace una detallada descripción de perversiones sexuales, (realiza un juicio totalmente puntual, sin prejuicios éticos, ni de ninguna índole, son datos producto de la observación y de experiencia) donde particularmente encuentra aquellos con aquellos que poseen una estructura perversa, especialmente marcados por una relación de objeto y de meta sexual desviada y reducida a una no adecuada restructuración psíquica; encontrando como objeto de placer sexual a su propio cuerpo (exhibicionismo), a un animal (zoofilia), a un objeto (fetichismo), a personas significativamente menores (pedofilia), a cadáveres (necrofilia), a personas adultas mayores (gerontofilia), entre otras. Teniendo en cuenta siempre que el sujeto, fuese quien fuese expresa y entiende la sexualidad de una manera muy distinta, su concepción, entendimiento y accionar es completamente subjetivo.
A su vez generaliza la normalidad, no tan normal, designa algunos “rasgos perverso”, los cuales fueron llamados por el mismo como electos de vida perversa pero dentro de la vida cotidiana de un ser normal, pero teniendo entre dicho que estos rasgos supuestamente normales pueden disfrazar a un verdadero perverso, que según sus misma teoría no tiene cura alguna, ya que el perverso lleva a instancia reales lo que el neurótico fantasea.


Glosario.

Equiparación: Comparar, paralelizar, dos o más cosas, considerándolas similares.

Concupiscencias: Lujurias, apetito natural de bienes terrenos y de placeres sensibles, especialmente los sexuales.

Insoslayable: Que no se puede evitar, inevitable, ineludible.

Innervación: Acción del sistema nervioso en las funciones de los demás órganos del cuerpo.

Domeñar: Someter, avasallar, rendir, reducir.



Bibliografia.

Sigmund Freud / Obras Completas de Sigmund Freud. Standard Edition.
Ordenamiento de James Strachey / Volumen 16 (1916-17). Conferencias de Introducción al psicoanálisis (Parte III) / Parte III. Doctrina general de las neurosis (1917(1916-17)) / 20º conferencia. La vida sexual de los seres humanos.
Bruno, F. J. Diccionario de términos psicológicos fundamentales. (1997). Barcelona. Paidós Studio.
Natalia, C.A. Diccionario de Psicología. (2007). Bogota. Ecoe Ediciones.

Cibergrafia.

http://www.pdf-search-engine.com/diccionario-de-psicoanalisis-laplanche-y-pontalis-pdf.html

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